Notas de Divulgación Científica Número 4 Volumen 2

El Biomuseo como megáfono: uniendo ideas para propulsar cambios

Acceso Libre | Nota Revisada por Pares

Deyanira Alvarez – dalvarez@biomuseo.org

Asistente de Comunicaciones, Biomuseo de Panamá.

Cita: Alvarez, D. (2018). El Biomuseo como megáfono: uniendo ideas para propulsar cambios. Revista Yu’am 2(4): 57-61 pp.
Recibido: 05/05/2018
Aceptado: 31/7/2018
Publicado: 1/9/2018

 

Los museos, como cualquier institución, deben tener claros sus propósitos, sus objetivos específicos y qué quieren ser a través del tiempo. El Biomuseo lo sabe y desde el principio su misión ha sido cambiar cómo vemos, entendemos y conservamos nuestro ambiente; su labor diaria tiene como objetivo lograrlo.

El Biomuseo abrió sus puertas en octubre de 2014; está dedicado a celebrar la biodiversidad única de Panamá y el impacto que tuvo su surgimiento sobre el planeta. Es una institución que muestra no solo la gran variedad de vida sino también la diversidad cultural del país centroamericano a través de sus galerías, en las cuales guarda un conocimiento de gran valor y se han convertido en una herramienta única para la formación académica de los estudiantes que lo visitan.   En ellas, los estudiantes y visitantes en general, pueden tocar rocas de hace 70 millones de años, ver esculturas a tamaño real de animales que migraron de Norte a Suramérica hace dos millones de años e incluso ver fósiles de animales prehistóricos americanos.

Figura 1. Galería El Puente Surge – Foto: Carolina Soto 2017

La manera principal en la que el museo trabaja para lograr ese cambio es aprovechando la relación directa que existe con los visitantes.  Los guías son el engranaje de la maquinaria encargados de inspirar al visitante a convertirse en agentes de cambio en la preservación y conservación de la naturaleza. Esto lo logran a través de la interpretación[1] de la historia contada en las galerías, creando experiencias emocionales significativas. Los guías, en su mayoría jóvenes universitarios,  ayudan a las personas a explorar y apreciar lo que se les está enseñando. Pero existe un público externo que no ha visitado el museo al que también hay que llegarle.

La relación con la comunidad es tan importante, para toda institución, como la relación con sus visitantes y colaboradores. Por esto, desde que abrió sus puertas hace casi cuatro años, el museo ha ido enriqueciendo su estrategia educativa, logrando alianzas estratégicas para la creación de programas con objetivos sociales y ambientales. Entre las instituciones con las que ha creado lazos están: los municipios de las ciudades de Panamá y Colón, Ministerio de Ambiente de Panamá (MiAmbiente), Ministerio de Educación de Panamá (MEDUCA), Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT), MarViva, Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (APANAC) y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT). De esta manera el Biomuseo se ha establecido como un megáfono, potenciándose como un agente multiplicador de esfuerzos científicos y culturales y fortaleciendo los valores de sus mensajes.

A través de estas alianzas, actividades y nuevas estrategias el Biomuseo está trabajando para convertir la experiencia de visita a un museo en algo mucho más inclusivo, creando un puente entre las experiencias educativas y las experiencias del público.

 

Alcanzando la comunidad

El equipo del Biomuseo no trabaja para inventar prácticas nuevas, sino que trabaja para moldear las prácticas actuales basándose en las necesidades de la comunidad.  Cuenta con una metodología de trabajo que motiva a las personas a una búsqueda activa de respuestas a las preguntas que el museo les presenta.  Promueve el conocimiento científico poniendo en contacto al público con la ciencia, la tecnología y la historia.  Es a través del poder de la cultura, ciencia y educación que busca crear un intercambio positivo con sus audiencias.

Figura 2. Galería de la Biodiversidad – Foto: Meera Sachanandani 2017

El programa de Experto Visitante es una de las actividades del museo que busca este objetivo. Todos los sábados el Biomuseo recibe a personas que quieren dar a conocer sus trabajos de investigación en diferentes áreas como las ciencias naturales, arqueología, historia y arte. Desde el año 2017 realiza un llamado público  a todo tipo de expertos, desde jóvenes emprendedores hasta doctores en filosofía, para que presenten proyectos en cualquier etapa de desarrollo, particularmente trabajos relacionados con la diversidad biológica y cultural de Panamá. Los conversatorios son gratuitos y dirigidos a todo público. Hasta ahora ha recibido expertos en diversas áreas con presentaciones únicas cómo “química en la cocina”, “arquitectura verde”, talleres con fósiles y construcción de aves con Legos.

Desde enero 2017, el Biomuseo le brinda a panameños y residentes permanentes la oportunidad de visitarlo de manera gratuita. El Biodomingo se da el primer domingo de cada mes y se entregan 1,000 entradas. Durante este día el museo se convierte en un espacio cultural con diversas actividades como  talleres de reciclaje, juegos educativos e incluso, música en vivo.  Este día el Biomuseo también ha instalado un centro de acopio para materiales reciclables domésticos como el papel bond y periódico, envases Tetra Pak, latas de aluminio y plástico. El Biomuseo abre de martes a viernes de 10 a 5 (taquilla cierra a las 4) y sábados y domingos de 10 a 6 (taquilla cierra a las 5).  Para grupos de turistas y escolares se debe reservar. Durante la semana abrimos a las 9 solo para grupos escolares con cita. Pueden encontrar toda la inforación en nuestro sitio web www.biomuseo.org bajo HORARIOS Y TARIFAS

Otra de las estrategias del Biomuseo es la de trabajar con otras instituciones.  Junto a la organización Ciencia en Panamá ha liderado, por dos años seguidos, la Marcha por la Ciencia, un esfuerzo colaborativo que busca llamar la atención a la importancia de las ciencias para la vida, y a la necesidad de basar las políticas públicas en evidencia científica.[2]  En Panamá se invierte 0.2% del PIB en investigación; sin embargo, se calcula que para conseguir un impacto sustancial debería al menos invertirse el 1%.[3]

Está claro que para salvaguardar la naturaleza es importante redoblar los esfuerzos de comunicación hacia la comunidad. Hay que crear vínculos entre la población y la naturaleza, y ese es el trabajo que el Biomuseo realiza todos los días.

 

Creando redes para unir esfuerzos

El trabajo en equipo entre museos, centro de visitantes e incluso jardines botánicos redimensiona las áreas de acción, los ámbitos de influencia e incluso los valores. Amplía el impacto social de sus proyectos de manera que pueden llegar a lograr la transformación de la sociedad que todas las instituciones culturales y educativas buscan.  Una comunidad de museos que trabaja mancomunadamente es la mejor manera de lograr la transformación positiva del entorno.

Para el Biomuseo la relación entre instituciones es tan importante para su estrategia como las actividades que se desarrollan en su edificio. El Biomuseo es parte de la Red de Centros de Visitantes y Museos de la Región Interoceánica, una agrupación creada con el objetivo de fortalecer, crear sinergias y compartir información y recursos.

En agosto de 2017, en conjunto con el Museo de la Libertad y los Derechos Humanos, y con el apoyo de la SENACYT, brindó un taller de innovación y tecnología en espacios culturales en el que participaron profesionales de varios museos y espacios culturales de la ciudad de Panamá.  El taller fue un espacio de conversación entre los asistentes, poniendo sobre la mesa la importancia de la innovación en todas las áreas de trabajo. Se estrecharon lazos de colaboración entre profesionales del mundo de los museos a nivel local e internacional quienes trabajarán para crear espacios más atractivos, estimulantes y educativos[4]. Siempre en miras de lograr los objetivos específicos de cada uno de los centros.

A la vez, como parte de su labor de educar sobre el rol del ser humano en la sostenibilidad de la vida en la tierra,  el Biomuseo se unió a Nutre Hogar, la Sociedad Audubon de Panamá y St. Mary’s School para crear una Red Nacional de Huertos Ecoamigables. Esta agrupación tiene como objetivo educar y difundir la importancia de los huertos orgánicos en centros educativos, centros de visitantes, instituciones y comunidades para promover comida sana, gente sana y un estilo de vida sano. Sus miembros buscan promover el trabajo en equipo y el fomento de los buenos valores, al igual que crean conciencia social sobre el valor de la producción de alimentos. Actualmente la red busca atraer a otras organizaciones que quieran aprender, trabajar o promover los huertos escolares y comunitarios. Cualquier centro educativo, centro de visitantes, institución, ONG o comunidad organizada que deseen crear huertos orgánicos pueden formar parte de la red[5].

 

Programa para la educación formal

Gran parte de la investigación asociada a la educación en museos tiene como principal objetivo encontrar maneras para entender qué tipo de aprendizajes y movilizaciones se logran en una visita, o cuáles son los procesos que se pueden desarrollar a partir de los diferentes programas de instituciones como museos, zoológico o jardines[6].

Desde sus inicios el Biomuseo ha trabajado junto al MEDUCA para ligar los contenidos de sus galerías al currículo oficial de la nación. En conjunto han creado el programa Horizontes que busca apoyar la actividad docente y los procesos de aprendizaje de las ciencias en los centros escolares del estado, motivando a maestros y profesores a integrar temas científicos en su día a día educativo.[7] En el 2017 el Biomuseo recibió, como parte del programa Horizontes, 394 escuelas oficiales de todo el país representando un total de 18,026 estudiantes.

Figura 3. Galería El Gran Intercambio – Foto: Gilberto Yañez 2017

Cada visita del programa Horizontes ha sido diseñada específicamente para los diferentes niveles y edades del sistema educativo panameño, de manera que los estudiantes realizan un recorrido guiado basado en los temas que estén viendo en el salón. A los docentes que quieren reforzar la visita en el aula y hacerla más productiva, se les ofrecen materiales educativos con lecciones detalladas que pueden desarrollar con los estudiantes antes o después de la visita al museo.

A lo interno también vale

Para que las instituciones culturales, como el Biomuseo, sean lugares de influencia necesitan líderes inspiradores que se esfuercen para trabajar dentro de su misión y mandato[8]; por esto los colaboradores reciben entrenamiento, tutorías y talleres, aprovechando las alianzas con las diferentes instituciones.

Los guías y el personal operativo y administrativo reciben capacitaciones continuas sobre el contenido del museo. Por ejemplo, los guías se reúnen una vez al mes para discutir los temas de las galerías y conversar sobre nuevas ideas que se pueden incluir dentro del ejercicio de interpretación del recorrido.  También han sido capacitados en las diferentes normas de seguridad y cuentan con brigadas en caso de que se tenga que evacuar el edificio.

De igual manera participan de talleres de liderazgo, y han trabajado con la Sociedad Audubon de Panamá en capacitaciones para la identificación de aves. Con el Municipio de Panamá un grupo selecto de colaboradores participó en seminarios de lenguaje de señas, y continuarán entrenándose para darles mayor acceso a personas con discapacidad. El equipo del Biomuseo también ha brindado seminarios de interpretación a los colaboradores del Parque Municipal Summit, de manera que el intercambio de enseñanzas se da en ambas vías.

El objetivo de estas actividades es realzar el entendimiento de los temas, facilitar el flujo de ideas y mejorar competencias, lo que se traduce en un museo más acogedor para el público.

La contratación proactiva de personas que reflejan la demografía de la ciudad, es una manera en la que el Biomuseo refleja la variedad de culturas[9] presentes en el país.  El museo busca que sus colaboradores sean personas creativas, con orientación al servicio al cliente y amor por la misión de la institución; los guías son extrovertidos, les gusta sonreír y tienen facilidad por comunicarse, lo que ayuda a crear una excelente relación con los visitantes.

 

El voluntariado para reforzar la misión

Los voluntarios siempre se han desempeñado en el sector de los museos, siendo imprescindibles e invaluables para la operación del Biomuseo. El voluntariado es un motor para el fomento de la inclusión social y la expansión de redes personales y profesionales.  Los museos ofrecen oportunidades únicas a los voluntarios, proveen orientación, entrenamiento y reconocimiento a sus participantes.

El programa de voluntariado del Biomuseo está dirigido a personas interesadas en colaborar activamente en las iniciativas que se desarrollan en los diversos departamentos del museo, siempre enmarcadas en la visión y misión del museo. Actualmente cuenta con un equipo de aproximadamente 70 voluntarios.

 

Exhibiciones temporales para reforzar el mensaje

Sumada a la exhibición permanente, se puede disfrutar de exhibiciones temporales las que, normalmente, son gratuitas para el visitante. Estas buscan resaltar un mensaje en particular, conectando a la comunidad con las múltiples historias que esconde la diversidad biológica y cultural de Panamá, utilizando el arte, la ciencia y el diseño como medios.

Figura 4. Exhibición temporal El Cielo Cubierto de Infinitas Aves

En el 2017, el Biomuseo colaboró con la Sociedad Audubon de Panamá y la Embajada de Canadá en Panamá para presentar la historia de la migración de aves con El cielo cubierto de infinitas aves. Investigaciones realizadas por instituciones y científicos canadienses han profundizado el entendimiento de la importancia de Panamá para las rutas de migración de miles de millones de aves.  Esta exhibición trajo a la luz el apoyo que Panamá ha recibido tanto del gobierno canadiense y de ONG’s como Nature Canada y Bird Studies Canada, no solo para conservar sitios de gran valor, como los humedales de la bahía de Panamá, sino también para educar a niños y adultos sobre su importancia.

En abril de 2018, inauguró su segunda exhibición temporal. Junto a la SENACYT presentó En tus manos, una serie de 5 videos de los artistas Donna Conlon y Jonathan Harker que invitan a reflexionar sobre la problemática que se vive a nivel mundial por el plástico. Esta muestra genera un impacto sensorial que motiva al descubrimiento y aprendizaje; su objetivo es despertar preguntas poderosas sobre qué podemos hacer como individuos para proteger el planeta.

Próximamente estará inaugurando su tercera exhibición temporal denominada PICANTE, la cual relatará las raíces americanas de las plantas del genero Capsicum a las que pertenecen los ajíes, pimentones y chiles. Desde las diferentes especies y variedades, sus usos y su química, esta historia busca sumergir a los visitantes en una experiencia única a través de contenido audiovisual, histórico, gastronómico y artístico. Continuando con su línea del uso del arte para llevar sus mensajes, el Biomuseo realizó una convocatoria para artistas panameños para crear el elemento central de la exhibición que abrirá al público el segundo trimestre del 2018. El jurado calificador evaluó 23 propuestas recibidas, eligiendo a Ian Chang por haber presentado un concepto que conecta diferentes facetas de la biología del ají con la diversidad cultural panameña, mostrando una perspectiva y una inspiración global.

 

Educando en la responsabilidad social a través del ejemplo

Las instituciones educativas, como los museos, son responsables de educar en todas las dimensiones e implicaciones. El núcleo de la educación en la responsabilidad social se da en una formación ética, por medio de un proceso que pretende sacar a las personas de su encierro sobre sí mismos, desarrollando en cada uno el interés por el cambio de la sociedad[10]. Para lograr esto las instituciones deben actuar en lugar de hablar. Las visitas a museos son una modalidad innovadora de educar; en el caso del Biomuseo, para el aprendizaje de la ciencia y la cultura ambiental.

Como parte de su labor educativa y como custodio de la herencia natural de Panamá, el Biomuseo inauguró hace poco su nuevo sistema de energía solar, donado por Fundación Trenco, que cuenta con 252 paneles policristalinos que le ahorrará al planeta unas 1,685 toneladas de dióxido de carbono durante sus 25 años de vida útil.

Como parte de su estrategia el Biomuseo busca asegurar que cada visitante conozca las ventajas de las energías renovables, pero, sobre todo, los hará ser cada vez más conscientes sobre las medidas que podemos tomar como ciudadanos del mundo. Con este sistema el museo se asegura de que su mensaje no solo es vociferado en sus galerías, sino también en su forma de gestionar los recursos naturales.

Es a través de la creación de redes de trabajo y estrechando lazos con la comunidad, que el Biomuseo se establece como un centro que fomenta la curiosidad por el medio ambiente, reforzando vínculos entre las personas, la naturaleza y las ideas. Con sus actividades dirigidas a niños y adultos busca crear líderes que poco a poco vayan encontrando la manera de proteger el mundo natural con acciones a nivel individual y en comunidad.  El Biomuseo continuará con la búsqueda de aliados con los que pueda desarrollar actividades, asegurando con estas iniciativas que su mensaje llegue fuera de las paredes del museo e impacte las vidas de los ciudadanos.

El trabajo realizado junto a los medios de comunicación también es importante. Estos aliados le facilitan al Biomuseo la presencia en medios nacionales e internacionales que tienen como prioridad el cuidado ambiental, ayudando a dar a conocer a la población en general las diferentes iniciativas de protección, como lo son la creación de leyes y áreas protegidas.

Actualmente el museo está trabajando para completar su historia. Los trabajos de expansión iniciaron en diciembre de 2017 con la construcción de un nuevo mirador alrededor del enorme higuerón en el Parque de la Biodiversidad. Se está habilitando la mitad del edificio administrativo para utilizarlo como sala de eventos; contará con nuevos baños y cocina, y con una terraza techada de paneles solares. También se está construyendo un edificio de cuarentena que incluirá tanques, laboratorio y una cocina para preparar la comida de los peces que habitarán en los acuarios.

El Biomuseo también está trabajando en su Parque de la Biodiversidad, un espacio de 2.5 hectáreas que combina la comodidad y tranquilidad de un parque urbano con la riqueza cambiante de un bosque natural. En él vive un conjunto de plantas nativas y exóticas, mostrando a Panamá como un crisol de diversidad vegetal.  A este espacio se le creó nuevos jardines, veredas, miradores, y se le instaló nueva señalización e iluminación; con lo que se busca expandir la exhibición del Biomuseo con ejemplos vivientes.

Durante el primer semestre de 2019, el Biomuseo tiene planeado inaugurar tres nuevas galerías, Océanos divididos, La red viviente y Panamá es el museo, que mostrarán a Panamá como una fuente inagotable de historias y lugares por descubrir y la importancia de protegerlos.

Océanos divididos contará la historia de la biodiversidad acuática del mar Caribe y del océano Pacífico y cómo estos evolucionaron de manera diferente al quedar separados por el istmo.  La red viviente explicará, con una enorme escultura, las relaciones entre los seres vivos de nuestros bosques húmedos tropicales. Panamá es el museo mostrará las relaciones entre la diversidad biológica y cultural de Panamá, vinculando al museo con el resto del país.

El Biomuseo funciona como un sistema viviente siempre cambiante; cada visita y enseñanza es distinta, siempre transmitiendo el mensaje del cuidado ambiental.

[1] The Engaging Museum, Graham Black, 2005.

[2] Comunicado oficial Ciencia en Panamá, 2018.

[3] Dra. Arlene Calvo, charla “popularizando la ciencia en Panamá”, 2018

[4] Biomuseo Hierba Limón, Una comunidad de museos, oct 2017

[5] Comunicado de Prensa oficial, Biomuseo, 2017

[6] El Museo y la escuela, Parque Explora, Medellín, 2013

[7] Programas y experiencias en popularización de la ciencia y la tecnología, Mónica Lozano, 2005

[8] Thirty-two ways for museums, to activate their soft power,

[9] Thirty-two ways for museums to activate their soft power

[10] La institución educativa y la formación en la responsabilidad social, Mag. Ana María Amarante.

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